CURSO DE INVERSIÓN (PARA CONDUCTORES QUE NO QUIEREN SER MULTADOS)

NO TE REGALO UN EBOOK, PORQUE YA TIENES MUCHOS

Si quieres aprender a invertir y generar ingresos pasivos de manera sencilla y segura (y gratis) deja tu email aquí y recibirás el curso libre de humo

Hay dos cosas que te aprietan el orificio anal cuando vas conduciendo.


Una es ver un accidente de cerca. De repente la adrenalina de la conducción desaparece y te entra una suavidad y prudencia en el cuerpo nada agradable.


La otra cosa es ver la espada de la guerra de las galaxias brillando en la oscuridad detrás de la curva. Control de tráfico.


Te hacen gestos como de “pare ahí que ya verás qué risas”. Da igual que vayas perfecto y cumpliendo las normas de circulación.


—«Estos me la van a liar».


Empieza entonces un duelo de miradas acompañado de preguntas de primaria que te piensas muy bien antes de responder.


Si sales airoso del primer test te enfrentarás al paseo de reconocimiento alrededor de tu vehículo. Consiste en ir caminando muy lentamente haciendo como que miran algo y de vez en cuando le dan unas pataditas a las ruedas.


Si está todo correcto quizá te salves.


Por suerte, hay una costumbre que te prepara para el ritual policial. Es “dar las luces”.


Si vas conduciendo tranquilamente y de repente el que viene de frente te da las largas sabes que se viene la función. Eso o que llevas el maletero abierto.


Una colaboración conjunta para evitar ser cazados. No conoces al de las largas, pero te ha avisado. Si no te multan y sales airoso del control irás tan emocionado que los que vienen de frente pensarán que está amaneciendo.


Esa es la mejor comunicación que puede experimentar un producto. Que alguien esté tan agradecido de lo que le has vendido que vaya por ahí avisando al resto de que tú existes.


No hay publicidad ni red social que consiga mejores clientes que la recomendación directa.


Si alguien en quien yo confío me recomienda lo tuyo yo voy a lo tuyo sin dudarlo. Igual que levanto el pie del acelerador si me das las luces.


El tema es que para que eso ocurra tienes que ofrecer algo que valga la pena ser compartido. Algo que sea tan bueno como un control policial.


Y un control policial es algo muy bueno.


El curso de inversión que recibirás está creado pensando en ese conductor que no quiere ser multado.


Te pondría poner aquí las recomendaciones de otra gente que ya lo ha recibido. Pero podría estar mintiéndote y habérmelas inventado. Quiero que tú des las luces después de haber visto el control.


Ideas claras y bien sintetizadas para que las ingieras sin esfuerzo, tan fácil como recibir el mensaje de las largas, incluso aunque tengas prisa, porque está pensado para que lo devores como un cuento.


Leerás ejemplos reales que te harán comprender de forma exacta cómo invertir con éxito y sin riesgo. Y sin humo. Sobre todo sin humo.


Además:

  • Aprenderás a identificar qué ahorro te hace feliz y cual te hace rico en el cementerio gracias a la experiencia de un esquiador de Cádiz. Sin hablar del lonchafinismo.


  • Cómo convertí un viaje de ocio a Cuba en el mejor máster sobre economía que pude recibir. Sin quererlo.


  • Entenderás cómo funciona la inversión de igual manera que funciona un invento construido hace más de 5500 años.


  • Comprenderás uno de los conceptos más importantes de la inversión gracias a una experiencia (no esperada) de un ornitólogo.


Funciona con