Hace unos días tuve que ir a la Embajada de Mozambique en Madrid.

Parece ser que debido a los cientos de miles de millones de turistas que recibe el país conseguir el visado para viajar allí está al nivel de conseguir la cl@ve del estado.

Mi objetivo era salir de allí con un sello en el pasaporte que me permitiera visitar el país africano.

Llevaba todo preparado en su correspondiente plástico de los chinos cuando a las 12:40, a 20 minutos antes de que cerraran, me abren y me dispongo a hacer el dichoso trámite.

Puse mi plástico sobre la mesa y miré la cara del funcionario, no pintaba bien. Se palpaba la prisa lenta.

Tanta que miró el reloj, me miró a mí y, ladeando la cabeza, dijo: “No va a dar tiempo”.

—Joder. Tiene que dar.

Para poder sentarme en aquella silla había tenido que pedir cita dos meses antes y haber mandado por correo mi pasaporte.

Que no diera tiempo no era una opción.

Así que activé el modo "satisfacer a embajador con prisa".

Fácil y sencillo.

Le saqué todo bien ordenado, fotocopias del pasaporte, seguro de viaje, billetes de avión…

El embajador viendo mi motivación se empezó a animar y a recoger la documentación a toda prisa.

Sorprendentemente, a las 12:57, cuando su otro compañero ya estaba poniéndose la rebequita terminamos el trámite. Sello en el pasaporte y puertas abiertas hacia África.

El curso de inversión que recibirás está creado pensando en este embajador.

Ideas claras y bien sintetizadas para que las ingieras sin esfuerzo, incluso aunque tengas prisa, porque está pensado para que lo devores como un cuento.

Leerás ejemplos reales que te harán comprender de forma exacta cómo invertir con éxito y sin riesgo. Y sin humo. Sobre todo sin humo.

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